domingo, 8 de mayo de 2011

Refranes

“Ninguna persona que sepa más de diez refranes puede ser mala persona”. No recuerdo si la frase es así exactamente pero algo parecido afirma la camarera del bar en el que Amélie trabaja.
Cuando escuché esta frase me abstraje por completo de la película durante unos minutos. ¡Me encantan los refranes! y creo que podría decir cientos de ellos de carrerilla sin parar ni para coger aire. Para la Real Academia Española son sólo (sí, sólo con tilde, me niego a eliminarla) “dichos agudos y sentenciosos de uso común”. Para mí, son uno de los vehículos más potentes de transmisión de conocimiento.
Si los refranes se parecieran a alguna otra forma de expresión artística, ésta (también con tilde) sería la escultura. En la Edad Media la Iglesia empleaba la escultura para adoctrinar al pueblo sobre lo que estaba bien y lo que no, vistiendo de relieves admonitorios los rincones que la arquitectura dejaba desnudos. Con el paso de los años, la población se fue alfabetizando, y esta función de la escultura se fue perdiendo. Sin embargo, con los refranes no ha pasado lo mismo, se siguen transmitiendo e, incluso, se siguen creando refranes nuevos. Expresiones como “si hay que ir se va, pero ir pa´na es tontería” o “maloserá” se han ganando poco a poco un hueco en el saber popular.  Y no me cabe duda de que las gentes de hoy se los enseñarán a sus hijos en un futuro.
¿Cuál es mi refrán más recurrente? Eso lo tengo claro. Mi favorito es “¿De dónde vienes? Manzanas traigo”. Una ingeniosa forma de sintetizar la desolación que produce que alguien responda a tus preguntas cambiando arbitraria y unilateralmente de tema y dejándote con más dudas de las que tenías en un  principio. Y en este tiempo de elecciones que vivimos, este refrán está más de moda que nunca. De hecho, seguro que a los políticos les enseñan este refrán desde que se afilian a su partido.
Y a vosotros ¿qué refrán os gusta? O es que no os sabéis ninguno, porque si es así…cierta camarera diría que no sois gente de fiar…

3 comentarios:

  1. Mi refrán favorito: "A palabras necias, oídos sordos".
    Sí es que hay tantas cosas alrededor con las que no merece la pena perder el tiempo preocupándose. O esos canales de televisión a los que yo ni zapeo como Telecinco...

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  2. Hola Mónica,
    ¿podrías ayudarme, como continua el refran: Al cajón ni...?. te pongo el contexto donde lo encontré, un caso de una viga en una escuela en 1736:

    Sr. alcalde de Ohanes de las Alpujarras. Reino de Granada:
    Tengo el honor de acusar recibo de su atento oficio de ayer, donde tiene a bien de poner en duda el estado de la viga. Desde mi oficio anterior, Sr alcalde, hace unos ocho meses, pasaron las lluvias del invierno, y yo siempre mirando la viga con la inquietud consiguiente. ¿Caerá o no caerá? Y así un día y otro, como si en vez de una viga fuera una margarita. Si V. no cree lo que le estoy diciendo, puede mandar dos personas peritas, o venir V. mismo dando un paseito, si no le cuesta mucha molestia, que yo no le engaño, más que darle una idea del estado de mi clase, me permito acompañarle un dibujo, tomado del natural, que le dará una estampa real de ella. Y de lo del sueldo, no creo que se atreva V. a tocar mis quinientos reales, porque ya sabe V. lo que dice el refrán: "Al cajón ni...", en fin Sr. Alcalde, Dios le guarde muchos años los efectos de la viga.
    grácias
    un saludo

    Ohanes de la Alpujarra a 29 de noviembre de 1734.
    El maestro Menón Garrido.


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  3. Hola.
    Pues siento decirte que no conozco ese refrán. De todas formas, si me entero de algo te lo haré saber. ¡Mucho ánimo en la búsqueda!

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