sábado, 21 de septiembre de 2013

"Bienvenida inspiración, no me cuentes dónde has estado, no me interesa hasta cuándo tienes pensado quedarte, sólo muéstrame algún lugar de los que solamente tú conoces"


inspiración.
(Del lat. inspiratĭo, -ōnis).
3. f. “Efecto de sentir…el estímulo que le hace producir espontáneamente y como sin esfuerzo”


sábado, 1 de septiembre de 2012

El IVA ha subido


Creo que a estas alturas comentar que el IVA ha subido es como anunciar la llegada de la televisión en color. O como decir: “¿sabes qué? no creo que la lámpara de aceite tenga futuro en el largo plazo”. O como alarmarse por el efecto 2000. O peor aún como publicar en Twitter “Jesús, ojito con el tal Judas”.
 Algunos pensaréis que esto de la subida del IVA es una medida necesaria, otros que es una vergüenza, otros que la refinaríais con ciertos matices… Unos, otros y todos los demás podéis ahorraros vuestros comentarios. Hoy lo que de verdad me gustaría conocer es la opinión de Concha Velasco. Sí, he dicho Concha Velasco. Os preguntaréis ¿Concha Velasco? ¿y por qué no, Sara Montiel? Todo tiene una razón, amiguitos, y si no me creéis mirad el siguiente vídeo.


Así eran las cosas el 31 de diciembre de 1985. Al día siguiente España tenía una cita: era el momento de ingresar en la CEE. Entre otras cosas, llegaba el IVA (12% el general y 6% el reducido) y qué mejor momento que la gala de fin de año de la televisión estatal para dejar claro a todos los ciudadanos que el IVA no era malo. A continuación, algunos momentos televisivos de esa última noche de 1985:



Y yo me pregunto, ¿esta mujer seguirá pensando “¡qué viva el IVA!”? Y si no es así, ¿en qué momento ha cambiado de opinión? Y, sobre todo, ¿ni Rajoy ni nadie le ha ofrecido sacar una versión de este tema titulada “¡Qué suba el IVA!”? 


martes, 22 de noviembre de 2011

Caprichos de Morfeo

Más o menos todas la criaturas seguimos el mismo ciclo: nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Vale que ahora cada vez el ciclo es más heterogéneo: unos no se reproducen, otros se niegan a crecer, hay quienes investigan cómo volverse inmortal... Pero al margen de esto, podemos aceptar que este ciclo es el que hace posible que los humanos tengamos algo en común con una lechuza, un tulipán, un grillo o un helecho.

Pero hay algo que nos diferencia totalmente: el sueño. Morfeo, el dios del sueño, cuando repartió la vigilia y el imsomnio no fue imparcial. ¡Está claro que tenía debilidad por los koalas, que las orcas pequeñas no le hacían ninguna gracia y que odiaba profundamente (como una servidora) a las hormigas!

De acuerdo, me explico:
  • Un koala puede dormir hasta 22 horas al día
  • Animales como las focas, ciertos pájaros o lagartos, pueden dormir primero con una mitad del cerebro y después con la otra, permaneciendo así siempre alerta
  • Las hormigas no duermen (ahora me explico que trabajen tanto)
  • Las jirafas duermen 7 minutos y de pie
  • Las orcas y algunos delfines no duermen en su primer mes de vida (¡pobres padres!)
  • Los lirones grises duermen desde septiembre a mayo, y de mayo a agosto llegan a dormir 19 horas al día (de estos conozco a unos cuantos)
  • Los delfines duermen con un ojo abierto
  • Las ballenas duermen mientras nadan (por lo que supongo que el accidente con formaciones rocosas submarinas está entre las principales causas de su muerte)
¡Y no me lo he inventado yo! más y mejor en:

jueves, 10 de noviembre de 2011

Una vez viví allí


Hoy he recordado que una vez viví allí.

De día subía y bajaba el Vía Crucis decenas de veces, como si tuviera que cumplir penitencia por un pecado que quizás aún no había cometido, buscaba la piedra con más historia, la foto con mejor ángulo y el petroglifo más enrevesado. Observaba el país vecino y el ferry que cruzaba una y otra vez desde Camposancos a Caminha; maravillada por este extraño planeta en el que un puñado de metros supone un cambio horario, una lengua distinta y un montón de libros de texto que cuentan a los niños otra Historia. Subía al Pico Facho, me perdía en las “13 reviravoltas”, subía al Pico San Francisco…siempre con el afán de perseguir el curso del escurridizo Miño río arriba, hasta Tui, para respirar la tensión que expiraban las fortalezas defensivas siglos atrás.


Después caía la noche, todos se iban y me sentía el ama de llaves del Monte. Me quedaba a ver anochecer. El tiempo parecía haberse detenido y el espacio parecía haber penetrado en otra dimensión. Ya no sabía si seguía en el siglo XXI o si la citania había pactado con la Luna, que bajo su luz brillara siempre el siglo I. Y la verdad, no me importaba.

A la mañana siguiente volvía a despertarme con el primer rayo de luz para ver el amanecer más bonito que pueda existir.


martes, 6 de septiembre de 2011

A cada tiempo...




Der Zeit ihre Kunst
der Kunst ihre Freiheit

(A cada tiempo su arte, a cada arte su libertad)

 Inscripción sobre la entrada de la Secesión (Viena)



(Ordes)


(Lalín)


(Vigo)

jueves, 21 de julio de 2011

¡Se acabó el tomar decisiones!

Nos movemos en coche, nos comunicamos por Facebook, nos orientamos con GPS, organizamos nuestros recuerdos en discos duros, controlamos nuestra salud con tensiómetros, pulsómetros y termómetros digitales, calentamos la comida en el micro, compramos por eBay, charlamos por Skype, en los museos cogemos las audioguías,  nos bajamos aplicaciones para identificar canciones, leemos en ebook, hacemos deporte con la Wii...

No veo por qué no confiar también nuestras decisiones a las nuevas tecnologías...¡dejen paso al futuro! ¡que decidan las máquinas! Y si no entienden cómo, pinchen el siguiente enlace:

miércoles, 20 de julio de 2011

DE MADRID AL CIELO


Dicen que está lleno de contaminación, que es inseguro, que el calor del verano es insoportable, que el frío del invierno es inhumano, que el asfalto te corroe, que la vida es cara y los nativos soberbios.
Pero también dicen que no hay que hacer caso de los dimes y diretes que diga el quedirán. Quizás sea por las miles de canciones de amores imposibles que hablan de Madrid o por las cientos de películas que llevan la Gran Vía a nuestros pequeños salones. Puede que sea sólo por esa desgastada foto de los 70 que se cae de entre las páginas de la guía de teléfonos cada vez que llamo a Telepizza…Pero personalmente cuando pienso en Madrid, no puedo evitar imaginar un laberinto de calles infinitas lleno de historias fugaces.

«Pues el invierno y verano
En Madrid sólo son buenos
Desde la cuna a Madrid
Y desde Madrid al cielo»